Los medios de comunicación son muy importantes dentro de la educación, empezando por los más pequeños. Ellos desde un inicio deben conocer estos medios y saber utilizarlos adecuadamente.
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La Misericordia en el Evangelio
jueves, 7 de enero de 2016
viernes, 1 de enero de 2016
La moneda perdida
Parábola de la moneda perdida (Lc. 15, 8-10)
8 »O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? 9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la moneda que se me había perdido.” 10 Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente.
La moneda perdida y luego encontrada trae gran alegría a la mujer de la parábola; pero en realidad ¿Quién enciende la lámpara, barre la casa y busca, sino Dios mismo?. Busca siempre, pues para Él nada está perdido,su Corazón lleno de ternura y de misericordia sale en busca del pecador, "porque no quiere su muerte,sino que se convierta y viva"
conoce a los santos que obtuvieron la misericordia de Dios
San Martín de Porres se ha caracterizado por la misericordia con los necesitados
San Martín de Porres se ha caracterizado por la misericordia con los necesitados
La oveja perdida
Jesucristo busca siempre, aunque nos alejemos de Él
Jesucristo nos muestra cuál es la misión para la que se ha encarnado. No vino para ser adorado y servido por los hombres. No vino como un gran rey, como un poderoso emperador, ... sino que se hizo hombre como un simple pastor, un pastor nazareno.
Se hizo pastor porque su misión es precisamente ésta: que no se pierda ninguna de sus ovejas. Jesús vino al mundo para redimir al hombre de sus pecados, para que tuviera la posibilidad de la salvación. Nosotros somos estas ovejas de las que habla la parábola, y nuestro Pastor, Jesucristo, irá en busca de cada uno de nosotros si nos desviamos de su camino. Aunque le desobedezcamos, aunque nos separemos de Él, siempre nos va a dar la oportunidad de volver a su rebaño. ¿Valoro de verdad el sacramento de la Penitencia que hace que Cristo perdone mis faltas, mis ofensas a Él? ¿Me doy cuenta de que es precisamente esto lo que es capaz de provocar más alegría en el cielo? ¿Con cuánta frecuencia acudo a la confesión para pedir perdón por mis pecados?
Se hizo pastor porque su misión es precisamente ésta: que no se pierda ninguna de sus ovejas. Jesús vino al mundo para redimir al hombre de sus pecados, para que tuviera la posibilidad de la salvación. Nosotros somos estas ovejas de las que habla la parábola, y nuestro Pastor, Jesucristo, irá en busca de cada uno de nosotros si nos desviamos de su camino. Aunque le desobedezcamos, aunque nos separemos de Él, siempre nos va a dar la oportunidad de volver a su rebaño. ¿Valoro de verdad el sacramento de la Penitencia que hace que Cristo perdone mis faltas, mis ofensas a Él? ¿Me doy cuenta de que es precisamente esto lo que es capaz de provocar más alegría en el cielo? ¿Con cuánta frecuencia acudo a la confesión para pedir perdón por mis pecados?
El Buen Pastor conoce a sus ovejas, y ellas le siguen
El Hijo Pródigo
Leemos en Lc. 15, 11-32
Dios siempre espera que volvamos a Él.
"No se cansa de perdonar somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón"
"¡La alegría de Dios es perdonar!. Es la alegría de un padre que vuelve a recibir en casa al hijo que se había perdido, que estaba como muerto y ha vuelto a la vida"
Somos hijos pródigos,
necesitamos acercarnos al trono de la Misericordia para obtener el perdón de nuestros pecados.
Danos un corazón misericordioso ante las necesidades de los demás
Parábolas de la Misericordia
"En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia. Conocemos estas parábolas; tres en particular: la de la oveja perdida y de la moneda extraviada, y la del padre y los dos hijos (cfr Lc 15,1-32).
En estas parábolas, Dios es presentado siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona. En ellas encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón".
Estamos llamados a ser el rostro de misericordia para los demás.
"Dichosos los misericordiosos, por que ellos alcanzarán Misericordia
¡Anunciar la ternura de Dios!
Acógenos en tus brazos, Madre de la Misericordia
María, Madre de Misericordia
María es por excelencia la Madre de la Misericordia, en ella encontramos el camino perfecto para encontrar a Cristo, si lo hemos perdido a causa del pecado, María nos estimula a buscarlo constantemente y ella misma será la estrella que ilumina el sendero para llegar a Jesucristo.
Madre de la ternura llévanos a Jesús indícanos el camino cierto que nos llevará al puerto seguro.
En el año de la Misericordia, María es la estrella matinal que nos permitirá contemplar el Rostro tierno de Dios. por tanto es excelso el título que se le ha dado MADRE DE MISERICORDIA
Somos hijos suyos y herederos de su misma gloria.
Conozco un camino corto y seguro para llegar a Cristo, por él iré, y es con la VIRGEN de la mano
sigue y podrás conocer muchas sorpresas
Indulgencia Plenaria
Indulgencia, concedida por la Iglesia Católica, en virtud de la cual se perdona, a los fieles que cumplen ciertas condiciones, no solo el perdón de sus pecados, sino toda la pena temporal que por ellos merece.
Cuando tú pecas gravemente de manera libre y consciente, además de hacer daño a los otros, te separas de Dios y quedan cerradas las puertas del cielo para ti. Con el sacramento de la CONFESIÓN , recibes el perdón de Dios y recuperas la unión con El. Este perdón Dios te lo da gratis y supone que tendrás un cambio real en tu vida. Al confesarte, también estás dispuesto a "reparar" o componer aquello que has descompuesto con tu pecado. Como esto muchas veces no es posible, pues es difícil reparar el daño cometido, entonces el pecado aunque ya esté perdonado en la confesión, te deja como una mancha, que tendrás que limpiar en esta vida con obras buenas o en el Purgatorio, para poder entrar totalmente limpio al cielo. |
Para entender esto mejor, podemos usar un ejemplo muy sencillo: el pecado es como un clavo que penetra en la madera. La confesión saca el clavo, pero deja un agujerito en la madera. La indulgencia es como el resanador que tapa el agujero y deja la madera como nueva. |
Esto significa que si recibes la INDULGENCIA PLENARIA (de todas tus culpas) estarás como recién bautizado, con el alma totalmente limpia de culpa. Si mueres acabando de recibir la indulgencia plenaria, te irás al cielo directo sin hacer escala en el Purgatorio. A partir de la indulgencia todas las manchas que tenía tu alma desaparecerán. ¡Borrón y cuenta nueva! Es muy importante reflexionar: esto solo es posible porque la MISERICORDIA de Dios es infinita y porque su AMOR hacia ti también es infinito y no porque tu te lo ganes por tus méritos. |
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